El coportavoz de Compromís en las comarcas de Castellón, Carles Mulet, ha explicado hoy que desde el Grupo Parlamentario Compromís, Mónica Oltra, se están tramitando una serie de iniciativas parlamentarias entre las que figuran una pregunta escrita y una proposición no de ley, en la que se insta a la retirada de los crucifijos que aparecen están en las habitaciones del Hospital Provincial de Castellón.
En buena parte de las paredes de las habitaciones que ocupan los pacientes, a los pies de la cama, hay colocados junto al televisor de alquiler, una gran cruz, que estaría atentando contra la aconfesionalidad del Estado, al tratarse éste de un edificio público incluido en la red de centros sanitarios gestionados por la administración autonómica.
Esta presencia, podría molestar a creyentes y practicantes de otras religiones o gente que no practica ninguna, e invadiendo un ámbito público y retrotrayendo a tiempo del nacionalcatolicismo. Desde Compromís se ha expuesto que los símbolos religiosos y creencias particulares, en casos como las hospitalizaciones, corresponden al ámbito personal y no debe ser la institución quien la imponga. Según Mulet «si cualquier persona quiere llevar de su casa cualquier símbolo u objeto religioso, mientras no interfiera en el buen funcionamiento del centro, seguro que nadie le molestaría, pero que sistemáticamente todos los pacientes deban estar teniendo como primera imagen cuando abra los ojos , el cuerpo semidesnudo, famélico y lleno de heridas clavado en una cruz, crea o no crea en ese símbolo, no es aceptable «.
Desde Compromís se ha reiterado que hay que ser respetuoso en todas y cada una de las creencias de la gente, y no imponer ninguna, y que en los centros públicos, no pueden haber este tipo de comportamiento, rémoras del pasado, y aceptar lo que dice la Constitución también en este aspecto, con respecto a un Estado aconfesional, » que siempre haya sido así, no nos vale de excusa,»